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edgard alarcón tejada - ex contralor de la república

Contralor General de la República (CGR): “Yo me someto a ti”

Institución brete.

En junio del 2000, para poder designar como CGR a la ingeniera Carmen Higaonna de Guerra, se formó un grupo de trabajo que analizaba la conducta intachable y suficiente idoneidad moral que especifica la Ley 27785.

Anthony Tello 

Publicado: 2017-04-07


El párrafo segundo del artículo 82° de la Constitución dice: “El Contralor General es designado por el Congreso, a propuesta del Poder Ejecutivo, por siete años. Puede ser removido por el Congreso por falta grave”. El pasado 09 de junio del 2016, la Comisión Permanente –con una mayoría nacionalista- designó a Edgar Alarcón como CGR. El apuro egoísta y bobo del otrora presidente Humala era proponer a un Contralor “nacionalista” porque el siguiente Congreso iba a tener mayoría fujimorista y por ende iban a poner a un “títere fujimontesinista” al mando del sistema nacional de control.

El ya entonces cuestionado Edgard Alarcón pasó por agüita tibia junto a todo su rabillo de controversias que ponían en tela de juicio la suficiente idoneidad moral que el cargo requiere. El artículo 93° del Reglamento del CR, especifica que el Congreso a través de la Comisión Permanente, designa y remueve al Contralor General de la República, pero el Congreso de Luis Iberico, comprendió este artículo como si la Comisión Permanente tenía que ser mesa de partes y decir shi sheñor a todo lo que remita el Poder Ejecutivo, es así de fácil que Alarcón juramenta como flamante CGR.

En junio del 2000, para poder designar como CGR a la ingeniera Carmen Higaonna de Guerra, se formó un grupo de trabajo que analizaba la conducta intachable y suficiente idoneidad moral que especifica la Ley 27785. En el 2001 pasó lo mismo con Genaro Matute Mejía, se formó un grupo de trabajo y se designó al Contralor. Pero el necio nacionalismo del 2016, no podía esperar el informe de un grupo de trabajo porque el tiempo les quedaba corto, es por eso que designan a un supuesto aliado como Contralor; es por eso que ahora, cuando se enteran que Alarcón fue a sobarse con los fujimoristas a la media hora que sale de la presidencia Humala, gritan y pifean sibilinamente por la remoción de Alarcón, siendo ellos –los nacionalistas- los culpables de poner a un tipo tan indigno en la cabeza de la Contraloría. Ayer, con 22 votos a favor, la comisión permanente removió al fin a Edgard Alarcón, pero ¿Será suficiente? ¿Si el informe Chinchero no se hubiera presentado nunca, se supiera alguna denuncia contra Alarcón? ¿PPK estará contento sabiendo que su archienemigo, el odioso Edgard -quien se bajó un lobbie fuerte como Kuntur Wasi- está al fin afuera de la cabeza del órgano de control?

El informe Arana resolvió cuatro faltas graves para la remoción, a mi juicio también debió sumarse la falta deplorable de presentar un título que es falso, pero el objetivo fue el mismo. Después de este complot es comprensible que la imagen de la Contraloría esté en 9% de aprobación. ¿Seguirán pensando que la institucionalidad es el mejor camino?

- Anthony Tello. 


Escrito por

Anthony Tello

Comunicador, escritor y columnista Chiclayano.


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