En mi último artículo expresé mi rechazo por indignas a la actitud que se quería replicar desde el 2011 contra el Partido Aprista Peruano, postura persecutora plagiada de antaño mengano gobierno militarista. El quinquenio humalista/nadinista, no sólo quería dirimir a todo opositor político con investigaciones sin fundamento, sino además planeaba- según el presidente de la comisión que investigó los ascensos militares durante el gobierno humalista, Enrique Bernales- que la pareja presidencial tenía planeado arraigarse en el poder los próximos 15 años (algo preocupante si viene de personas con la clarividencia suficiente de lograrlo). Desde ese entonces, ya se empezaban a maniobrar reputaciones.

Parecido a esto es el caso de Cornejo, quien intentó llegar a ser secretario general, del partido que quiso representar en los comicios electorales del 2021- y no me vengan con que esa no fue su intención- utilizando infamias en contra del ex presidente García y dirigentes Apristas tal cuales sean, Velásquez Quesquén, Omar Quesada, Mulder Bedoya, entre otros. “El partido está secuestrado y ha perdido legitimidad y credibilidad” afirmaba Enrique Cornejo en una entrevista para el diario Perú21. Ahora, las cosas caen por su propio peso y entre esas caídas está su candidatura a la secretaria general del PAP. ¿Por qué? Preguntaban muchos bigotones. La respuesta es muy simple y sin expresar demagogia: “Insuficiencia moral”. Un candidato a secretario general de cualquier organización, no puede tener insuficiencia moral, debido a que dañaría la imagen de la institución que pretende dirigir. La ética juega un papel muy importante en las virtudes que debe tener un candidato, mucho más si se trata de un personaje que quiso llegar al poder diciendo que todos son malos, menos él. Por consiguiente, es saludable por el bien del debido proceso de elección interna del PAP, que Enrique Cornejo dé un paso al costado y se inhiba de toda participación. No es lozano para la imagen de la institución aprista que entre sus candidatos a la secretaría general, se encuentre un participante con sospechas de cierta vinculación al caso de corrupción más grande de los últimos 30 años que abarca a toda la región.

Quedan muchas dudas aún, por ejemplo: ¿De dónde saco Cornejo el dinero para el financiamiento de su campaña para la alcaldía de Lima? ¿Acaso Odebrecht-al igual que con Humala (proyecto OH)- ayudó un poquito? ¿Es cierto que el ahora prófugo Jorge Cuba sólo aportó 5mil soles para la bendita campaña? Son sólo intrigantes dudas que me nacen, no es nada personal, ojalá la Comisión Lava Jato me pueda resolver estas incógnitas cuando el ex candidato a la alcaldía de Lima y ex  Ministro de Transportes le toque asistir. Por lo pronto, sólo podemos colegir que Enrique Cornejo es la viva muestra del derrumbe moralista y por ende, el féretro que representa su candidatura al partido de la estrella. ¿Dónde estarán los rostros de la marcha renovadora? ¿Habrán fugado como Cuba? Aún recuerdo a algunos de mis paisanos, aprovechándose de esta ola-actualmente-frustrada renovadora que representó Enrique en algún momento, trepándose y colgándose de un bus que no les correspondía. Saludos cordiales para Marco Gasco, Humberto Falla la Madrid y Bernandino Céspedes. (Sigan participando) pronto llegarán-a otro bus-.

@AnthonyTello10